El notable descenso del nacimiento de niños con Síndrome de Down

El notable descenso del nacimiento de niños con Síndrome de Down

Síndrome de Down

En los últimos 40 años, el número de niños nacidos con Síndrome de Down en España ha descendido un 88 %. Un impresionante dato que, una vez conocido, nos hace caer en la cuenta de que, efectivamente, la mayoría de personas que conocemos con esta patología son adultas.

Pero, ¿a qué se debe exactamente? Hoy analizamos este aspecto para saber cuáles son las causas que están detrás de este notable descenso.

¿Qué es el Síndrome de Down?

El Síndrome de Down, también conocido como trisomía 21, se produce por la presencia de una copia extra del cromosoma 21, una alteración genética que tradicionalmente se ha asociado con la edad materna avanzada y con ciertos factores genéticos y ambientales. 

Actualmente, numerosos estudios han demostrado que, al margen de que muchas madres deciden interrumpir voluntariamente su embarazo tras la detección temprana de esta anomalía, existen otros factores que están reduciendo la predisposición a sufrir Síndrome de Down. O dicho de otra forma, el notable descenso en los nacimientos de niños down en las últimas décadas responde a múltiples factores como vamos a contarte.

¿A qué se debe este notable descenso?

1º causa: interrupción voluntaria por la precisa y temprana detección 

El Síndrome de Down es una de las anomalías genéticas más estudiadas y fácilmente identificables a través de pruebas prenatales que han evolucionado mucho en las últimas décadas. En la actualidad, la ecografía temprana, los análisis de translucencia nucal y los exámenes de ADN fetal libre de células son muy precisos y permiten detectar esta anomalía sin fallo. Gracias a estas herramientas, muchas familias reciben un diagnóstico temprano, lo que les permite tomar decisiones como puede ser la interrupción del embarazo.

El caso más extremo lo encontramos en Islandia, país en el que en los últimos años no ha nacido ningún niño con Síndrome de Down porque, además de que el número detectado es bajo por los motivos que veremos, ninguna mujer siguió adelante con su embarazo en cuanto se confirmó esta condición de su feto. 

Esta causa, si bien es un factor clave del descenso en los nacimientos de niños con trisomía 21, no explica por completo la disminución de casos en términos absolutos, ya que cada vez se diagnostican menos casos durante la gestación. Entonces, ¿qué más factores influyen?

2º causa: cambios en la predisposición genética

Diversas investigaciones recientes indican que la incidencia de factores que causan una predisposición genética al Síndrome de Down están en descenso. Una de las principales razones es el cambio en los patrones de maternidad y paternidad. 

Aunque históricamente se ha asociado el Síndrome de Down con la edad avanzada de la madre, también existe un impacto por la edad paterna avanzada. Sin embargo, el hecho de que hoy en día la mayoría de las personas tengan hijos con edades más avanzadas (no como años atrás) ha provocado una evolución natural que reduce en alguna medida la posibilidad de errores en la meiosis que origina la trisomía 21. Es como si nuestros cuerpos hubieran evolucionado y ahora estuvieran preparados para tener hijos a edades más avanzadas porque así ha venido siendo en las últimas décadas.

3ª causa: cambios en diversos factores ambientales

Se ha observado que ciertos factores ambientales que afectan el desarrollo genético en las primeras fases embrionarias también han disminuido. Por ejemplo, la reducción de la exposición a contaminantes ambientales, las pautas alimentarias durante la gestación o la disminución del consumo de tabaco y alcohol durante la gestación contribuye a minimizar mutaciones genéticas en los cromosomas. Estos factores influyen en la reducción de casos de alteraciones cromosómicas como el Síndrome de Down.

Al analizar las tendencias globales de nacimientos de niños con Síndrome de Down, también se han identificado ciertos factores epidemiológicos que influyen en la disminución de casos. En muchas poblaciones, los patrones de planificación familiar se han transformado, con una disminución del número de embarazos y un aumento en el acceso a métodos de planificación familiar eficaces. A menor cantidad de embarazos, se reduce también la posibilidad de que ocurra una trisomía 21, dado que esta anomalía genética es relativamente rara.

 

En definitiva, el gran descenso en los nacimientos de niños con Síndrome de Down no puede atribuirse exclusivamente a las interrupciones de embarazos derivados de diagnósticos prenatales tempranos. La disminución en la predisposición genética, el cambio en los patrones de maternidad y paternidad, una menor exposición a factores de riesgo ambiental o la planificación familiar juegan un papel muy significativo. 

Y todo apunta a que, a partir del año 2050, el nacimiento de niños con Síndrome de Down será prácticamente nulo, al menos en los países occidentales.