Efectos de las nuevas tecnologías en los jóvenes
La investigación relaciona el fracaso escolar con un uso elevado de la computadora en casa y correlaciona el uso intensivo de las TIC con el consumo de sustancias tóxicas.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la UAB, del Instituto Catalán de la Salud y la FPCEE Blanquerna (URL), que ha contado con el apoyo metodológico del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP Jordi Gol ), ha analizado el uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) entre los estudiantes de ESO, sobre una muestra de 5.538 alumnos del Vallés Occidental. La investigación, realizada a partir de una encuesta el curso 2010-2011 relaciona el fracaso escolar con un uso elevado de la computadora en casa y correlaciona el uso intensivo de las TIC con el consumo de sustancias tóxicas.
Los investigadores del estudio constituirse en el grupo de investigación “Jóvenes y Tecnología de la Información y la Comunicación” (JOITIC) que ha publicado en la revista Atención Primaria los primeros resultados de un estudio que tiene como objetivo determinar la accesibilidad y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC: internet, móvil y videojuegos) entre los jóvenes de la ESO. Este grupo está formado por personal de enfermería y medicina de la atención primaria del Instituto Catalán de la Salud en el Vallès Occidental, para docentes de los centros educativos, por investigadores de los Departamentos de Enfermería y de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona y por un psicólogo de la Universidad Blanquerna.
La infraestructura del Programa de Salud y Escuela de la Generalidad de Cataluña, durante el curso escolar 2010-2011 se administró una encuesta sobre el uso de internet, móvil y videojuegos a 5.538 niños de 1º a 4º de ESO de los institutos públicos y concertados de los municipios de Sabadell, Castellar del Vallés, Sant Quirze del Vallés, Sentmenat, Polinyà, Palau-Solità i Plegamans y Santa Perpètua de Mogoda. La encuesta recogía información relativa a las actividades extraescolares, rendimiento escolar, consumo de sustancias tóxicas, relación familiar, uso de las TIC y control paterno. También incluyó los cuestionarios validados de experiencias relacionadas con internet, el uso del móvil y los videojuegos (Cervo).
Los resultados del estudio muestran que el acceso a las TIC entre los jóvenes está muy extendido y cada vez se produce en una edad más temprana. En el momento de la encuesta, el 98 por ciento de los jóvenes disponía de internet en casa y el 89 ya tenía móvil antes de los 13 años. El uso de videojuegos era del 54,2 por ciento y disminuía con la edad.
El acceso a internet de las personas que han participado en el estudio se orienta principalmente a las redes sociales (87%), los chats (52%), el correo electrónico (68,3%) y las tareas escolares (50 %). En cuanto a los videojuegos, el uso disminuye con la edad, al tiempo que los padres también disminuyen su control sobre las horas y el tipo de juegos de sus hijos.
Los investigadores han observado un incremento lineal del fracaso escolar a medida que se incrementan las horas de uso del ordenador y que se reduce el control de los padres. El fracaso escolar es del 16 por ciento entre el alumnado que utiliza el ordenador menos de una hora al día; de un 17 por ciento, entre una y dos horas; de un 20, entre dos y tres horas y de un 29 si el uso de ordenador supera las tres horas diarias. Aún así, no utilizarlo en absoluto también incrementa el fracaso escolar hasta el 27 por ciento.
La falta de control paterno y el uso intensivo del ordenador y los videojuegos también se ha asociado a un mayor porcentaje de jóvenes que habían sufrido una intoxicación etílica o habían consumido cannabis u otras sustancias tóxicas. Por ejemplo, en primero de ESO, el 11 por ciento del alumnado que utiliza el ordenador más de tres horas diarias había sufrido una intoxicación etílica aguda y el 10 por ciento había consumido cannabis, mientras que estos porcentajes bajan a un 4 y un 2 por ciento respectivamente si el uso diario del ordenador era menor a las tres horas.
La investigación ha permitido estudiar factores de riesgo asociados con el uso adictivo de estas tecnologías, así como disponer de una “fotografía” de partida para observar la evolución del uso de las TIC en las nuevas generaciones.