Sobrevivir al estrés en el trabajo sin volverse loco: misión posible
El despertador suena a las 7:00 AM (o antes), el café se enfría antes de poder bebértelo, el atasco es una pesadilla y cuando por fin llegas a la oficina, tienes 36 correos nuevos, una reunión que no sabías que existía y el boli que te gusta ha desaparecido misteriosamente. Y eso es solo lunes. Bienvenido al apasionante mundo del estrés en el trabajo, donde cualquier día puede sentirse como la final de una maratón… sin haber entrenado.