Ansiedad en el trabajo: ¿realmente nos puede afectar?

Ansiedad en el trabajo: ¿realmente nos puede afectar?

Ansiedad en el trabajo

¿Te has metido en la cama algún día con el pensamiento de «mañana no quiero ir a trabajar»? ¿En algún momento has sentido malestar físico solo al tener la idea de acudir a tu puesto? Si esta situación es familiar para ti, sentimos decirte que es muy posible que sufras episodios de ansiedad en el trabajo. ¿No estás familiarizado con este concepto? Sigue leyendo porque este post te va a interesar… ¡Y mucho!

Hoy en día, son muchas las compañías que se esmeran en fomentar un buen ambiente grupal con, por ejemplo, actividades de team building. Sin embargo, no siempre se presta atención al individuo, que queda sepultado por el grupo. De hecho, se han registrado casos de ansiedad y depresión en el trabajo incluso en organizaciones con un gran ambiente laboral y compañerismo. Como decimos, lo general no tiene nada que ver con lo individual. 

La ansiedad en el trabajo y sus síntomas

Lo primero de todo: la ansiedad se define como una reacción emocional de tu cuerpo ante la percepción de una amenaza. Por lo tanto, puede surgir en diferentes situaciones de nuestro día a día y casi siempre suelen ser reacciones exageradas, como tener que enfrentarse a un examen, una entrevista de trabajo, hablar en público…

Realmente, el problema viene cuando no sabemos gestionar esas situaciones, activando sistemas de defensa de nuestro cuerpo. Cuando nuestro cuerpo entra en esta de miedo o pánico por tener que acudir a trabajar, estamos hablando de ansiedad en el trabajo. Así, este inconveniente surge como consecuencia de la anticipación de resultados en nuestro trabajo que no consideramos deseables. 

Algunos de los síntomas de activación fisiológica relacionados con la ansiedad en el trabajo son:

  • Palpitaciones
  • Pulso acelerado
  • Elevación de la tensión arterial
  • Sensación de ahogo o dificultad para respirar
  • Respiración rápida y superficial
  • Aparición de problemas gastrointestinales que pueden llegar a degenerar en vómitos o descomposición
  • Tensión muscular
  • Episodios de jaquecas o dolor de cabeza
  • Sequedad de la boca
  • Sudoración excesiva

Junto a estas señales que pueden englobarse en el grupo de «síntomas de activación fisiológica, nos encontramos con otros dos grupos. El segundo es definido como «síntomas de activación cognitiva» y engloban a la preocupación, temor, inseguridad, ideas de inferioridad, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, sensación de desorganización, tensión o nerviosismo. 

Además, también nos encontramos con un tercer grupo con síntomas de activación conductual. Aquí, habría que destacar desde sensación de cansancio o agotamiento hasta hiperactividad, lentitud, insomnio o evitación de situaciones. 

Lo importante de los casos de ansiedad en el trabajo es saber identificar lo que está ocurriendo para poder gestionarlo de una manera adecuada, identificar de manera precisa el origen del problema, ya sea un caso de autoexigencia, acoso laboral, mala comunicación o excesiva carga de trabajo. 

¡Ah! Y por supuesto, pide ayuda.